Resumen de un cursante sobre el módulo 1 del Diplomado en Logoterapia en línea – Fernanda Amor Fuentes
Por: Fernanda Amor Fuentes
Como una forma de sintetizar todo el aprendizaje adquirido, decidí utilizar las frases del Dr. Frankl con las que conecté más.
Es muy interesante ver como su inquietud por el sentido de la vida comenzó desde pequeño, no fue algo que ocurrió de la nada, sino que sabía que debía de existir una razón para estar vivos: “¿Para qué nacemos si un día vamos a morir?” Años después se contesta: “Quien tiene algo porqué vivir, es capaz de soportar casi cualquier cómo”. “El hombre se autorrealiza en la misma medida en que se compromete con el cumplimiento del sentido de su vida”.
El Dr. Frankl estaba totalmente convencido de que somos totalmente capaces de encontrar el alivio a nuestros vacíos existenciales a través de la Logoterapia: “Eres más sano de lo que tú crees”, “Puedes más de lo que tú crees siempre y cuando acudas a esa fuente de salud que se encuentra en ti”. “El trabajo de la Logoterapia es revelar los defectos en los fundamentos lógicos incorrectos de una visión del mundo, para de esta manera efectuar un reajuste en esta visióny lograr cambios positivos”.
Era muy consciente de que para hacer un cambio en la sociedad, hay que empezar por uno mismo: “Quizás no podamos hacer mucho por que la historia de la humanidad cambie, sin embargo sí podemos hacer mucho para que la propia historia tenga un sentido.” Y lo más importante, nos abre los ojos al hacernos responsables de crear nosotros mismos el cielo o el infierno en nuestra vida: “No podía elegir ser prisionero o no, sin embargo podía elegir qué clase de prisionero quería ser”. “A un hombre le pueden robar todo, menos una cosa, la última de las libertades del ser humano, la elección de su propia actitud ante cualquier tipo de circunstancia, la elección del propio camino”.
Aún en los momentos más difíciles, cuando cualquiera de nosotros podría darse por vencido, Viktor Frankl, sacaba fuerzas para continuar con su objetivo de encontrar el sentido a la situación en la que vivía: “Tenía frío y hambre, estaba agotado y me sentía irritable. Con un gran esfuerzo me sobrepuse para aprovechar la oportunidad, pues en aquel momento era más necesario que nunca infundir ánimos”.
Sintió el dolor profundo de verse solo y a la deriva sin encontrar consuelo: “En el campo creí haber tocado el fondo de la vida, y en cambio al regresar me doy cuenta de que no hay nada garantizado, que lo que me sostuvo se ha evaporado, que en el momento en que se vuelve a ser
humano, se puede caer en un sufrimiento aún más profundo”.
Pero su voluntad de sentido seguía ahí en su dimensión existencial: “No me retracto de mi antigua aceptación de la vida, al contrario: si no tuviera esta concepción positiva de la vida, ¿qué habría sido de mí en estas semanas y antes en los meses en los campos de concentración? Ahora veo las cosas con una perspectiva más amplia, veo cada vez más que la vida es infinitamente significativa, que aún en el sufrimiento y aún en el error hay un sentido, y el único consuelo que me queda está en el hecho de que puedo decir con toda la conciencia que he realizado las posibilidades que me han sido ofrecidas, es más, podría decir que he sido salvado precisamente a través de estas posibilidades”. “Ningún poder de la tierra podrá arrancarte lo que has vivido. Nada se había perdido, aun cuando hubiera pasado; haber sido es también una forma de ser, y quizá la más segura”. “Toda adversidad y todo dolor prepara nuestra alma para tener visión”.
En algún momento trascendente de su vida seguramente, hizo una muy bella analogía de la vida comparándola con un de sus hobbies, el alpinismo: “La montaña se parece a la vida, hay que concentrarse en el presente, en el aquí y el ahora, estar consciente de dónde se pisa, pero siempre con una mirada hacia arriba, sabiendo hacia dónde quiere uno llegar, tener la mirada puesta hacia atrás o hacia abajo, es de alto riesgo.”
Conoció lo peor y lo mejor del mundo, bajó hasta tocar fondo y llegó a lo más alto comprometido con su sentido de vida. Hay mucho que decir sobre el Dr. Viktor Frankl, me parece que el legado más importante que nos dejó es que no importa cómo sea tu vida, y no importa en qué circunstancias te encuentres, siempre, puedes comprometerte con tu sentido de vida responsabilizándote de tus actitudes y tus acciones.
Desde hace muchos años me llamaba la atención la Logoterapia, pero por cualquier motivo, es decir, pretextos, no me había adentrado y ahora que comencé a estudiarla formalmente, he encontrado herramientas muy interesantes y muy prácticas para mi propia vida y para mi profesión, he comenzado a utilizar estas herramientas en la terapia psicológica e incluso ya comencé a escribir mi Logodiario y me ha servido en ambos ámbitos. Supongo que en el pasado no estaba preparada para entender muchas cosas de las que ahora me doy cuenta, me hubiera gustado percatarme antes pero mejor tarde que nunca.
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