Resumen y comentarios de un cursante sobre el módulo 3 del Diplomado en Logoterapia en línea – Fernanda Amor Fuentes
Por: Fernanda Amor Fuentes
EL SER HUMANO PARA VIKTOR FRANKL
Aunque sólo la dimensión espiritual es la que determina el ámbito de lo humano, no se descartan las otras dos, todas son importantes, la tridimensionalidad del hombre lo hace plenamente humano.
Si observamos a las personas sólo desde una de sus dimensiones, estamos viendo una parcialidad del ser humano, lo estamos reduciendo a lo que queremos ver.
“Ver al otro como un ser tridimensional, con todos sus recursos y su potencial, es verlo con respeto y reverencia.
Con la confianza de que las semillas de crecimiento ya están ahí.
Es visualizarlo con todo lo que puede llegar a ser y hacer”.
Uno de los objetivos de la Logoterapia es reconocer el potencial en las pacientes y hacer que ellos también lo reconozcan para poder desarrollarlo.
El “poder de obstinación del espíritu” es el que le permite al hombre enfrentarse a los instintos, la genética y el medio ambiente y tomar sus decisiones.
“Las condiciones del ser humano (herencia, educación, impulsos, medio ambiente) pueden ser su trampa o su trampolín; él decide”.
En lugar de hablar de “falta de voluntad” hay que hablar de “falta de sentido”, falta algo o alguien ante quien destinarse.
Cuando el hombre se encierra en sí mismo, dejándose llevar por su impulso natural, sin importarle los demás, deja de ser libre, deja de ser humano.
La libertad es pues, el infinito poder de obstinación del espíritu.
“La grandeza de la libertad no está exenta de riesgos, incluso de resultados altamente negativos.
Pero es mejor vivir en un mundo donde es posible elegir que NO, que en un mundo donde todo esté determinado”.
Si se cree que el futuro está determinado por el pasado, se hace uno incapaz de modificar el presente”.
Siempre tenemos la posibilidad de elegir, elegir las circunstancias si es posible, y si no se pueden modificar, podemos elegir la actitud que tomamos ante éstas.
Por esto: “No es correcto proyectar mi situación en otros, o descargar en terceros la responsabilidad de mis opciones personales.
Sólo es posible una comparación, la más radical y profunda, la de mi ser actual confrontado con mi ser ideal”.
Debemos propiciarnos más relaciones de tipo espiritual, esas en las que hay un conocimiento profundo de la persona, en la que se comparten valores, sentido de vida, sueños, anhelos, temores, experiencias difíciles.
Esas relaciones que nos dejan sensación de crecimiento y muchas satisfacciones.
El vacío existencial se experimenta cuando pasamos por cambios, crisis, duelos.
Es como un hueco en la vida que empuja a taparlo, no es lo mismo TAPARLO que LLENARLO.
La sociedad lo tapa dándole valor al poder, control, fama, status, éxito, lo superficial, satisfacciones momentáneas.
Estos conceptos son negativos en la medida en que se convierten en un fin en sí mismos.
Sólo nutren cuando son la consecuencia de vivir con sentido.
El vacío es un fenómeno humano que se presenta también como una oportunidad, un llamado hacia la búsqueda de sentido.
Para poder satisfacer nuestras necesidades de llenar el vacío de una manera adecuada, hay que simplificar la obtención de satisfacción, no existe ninguna necesidad para la que no exista satisfactor.
Si no se puede encontrar, es muy probable que esa necesidad no sea natural sino creada, y una necesidad así, no se sacia nunca.
Aunque los sentimientos no fueron un tema abordado por Frankl, la Psicología Humanista nos hace aportes interesantes: los 5 sentimientos que consideran básicos son: miedo, afecto, tristeza, enojo y alegría, de ellos se deriva el resto, no hay sentimientos negativos o positivos, todos forman parte del ser humano y deben ser escuchados y validados, cada uno nos da un mensaje muy importante sobre nuestras necesidades, si se nos dificulta expresarlos de una manera saludable y asertiva podemos trabajar para conseguirlo.
Todo sentimiento, agradable o desagradable pasará, y no nos instalaremos en ninguno, cada uno aporta un aprendizaje indispensable para nuestro crecimiento y autorrealización.
Para poder cumplir con el sentido cada día, hay que mantener cierta tensión, pensemos en las cuerdas de un violín: todos los días debemos afinar las cuerdas dependiendo de nuestro estado de ánimo, a veces estarán un poco flojas, otros días podremos apretarlas más.
“Esta es mi simple religión, no hay necesidad de templos, no hay necesidad de filosofías complicadas. Nuestro propio cerebro, nuestro propio corazón es nuestro templo; la filosofía: la bondad. Dalia Lama