Comentario de un cursante sobre el módulo 5 del Diplomado en Logoterapia en línea – Armando Cejas Escalera
Por: Armando Cejas Escalera
En este módulo quisiera comentar los temas tratados en el modulo
SUFRIMIENTO La triada trágica nos lleva a profundizar al sufrimiento inevitable, ,la culpa inexcusable y la muerte inevadible. Es el optimismo trágico pero Gracias a la posibilidad de encontrar el sentido en el sufrimiento, el sentido potencial de la vida es incondicional. La vida tiene entonces sentido, potencialmente, bajo todas las condiciones y en todas las circunstancias a que pertenezca. El hombre es capaz de encontrar un sentido independientemente de su sexo, edad, cociente de inteligencia, grado de formación, estructura caracterológica y medio ambiente, de que sea o no religioso, y de la confesión religiosa a que pertenezca. Es frecuente también observar como los enfermos agudos y crónicos procuran rehacer y dominar su terrible destino. ¿Quiere decir esto que el sufrimiento es necesario para encontrar sentido? Eso sería un grave malentendido. “Yo no afirmo, dice Frankl, que el sufrimiento sea necesario, lo que digo es que el sentido es posible a pesar del sufrimiento…” Lo primero que debemos hacer es evitar la causa del sufrimiento, solo en el caso de que nada se pueda hacer, el sufrimiento adquiere una posibilidad de sentido. Pero esa posibilidad es la suprema. En la escala de valores, las personas situadas en la cumbre, son aquellas que saben “dominar un destino cruel” y “trabajan por los otros con grandes sacrificios personales”. SOBRE LA MUERTE Nos dice Frankl tiene sentido la vida si un dia vamos a morir?. El problema del sentido de la existencia humana alcanza su máxima radicalidad cuando el hombre contempla la realidad de la muerte. El hombre que vive tiene conocimiento de la muerte no por experiencia propia, sino por la experiencia de ver morir a otros. La mortalidad pertenece a la esencia del hombre. La muerte se le aparece al hombre por un lado como algo natural y por otro, como algo que no debería ser, algo incomprensible. La mortalidad incluye dos aspectos, 1) el tener que morir y 2) el no saber cuándo ni cómo. Frankl nos dice: “No se trata solo de muerte sino de vida, que es un continuo morir, cada instante de nuestra existencia pasa y se desvanece”. Aprovechemos cada instante, para poder cumplir un sentido y realizarlo. La posibilidad transformada en realidad queda salvada en el pasado, donde nada se pierde sino que se conserva y se guarda frente a la caducidad radical, que Frankl llama a cada instante de nuestra vida que pasa y se desva¬nece. Esto es una invitación a la responsabilidad. Una vez reali¬zada esa posibilidad de colmar un sentido, se perpetúa. ADICCIONES La visión antropológica frankliana de la drogodependencia concibe una forma distinta de comprensión del fenómeno. Se diferencia del resto de los enfoques que priorizan al objeto droga, la conducta adictiva, las perturbaciones psíquicas o el deterioro físico que la droga origina. Pone a la droga en el centro de la problemática del hombre adicto. Continuando con la lógica de la Logoterapia, Gerónimo Acevedo es provocativo al momento de formularnos la siguiente pregunta: ¿La droga es el origen del deterioro psico-físico y de los cambios de conducta del ser humano, o es la forma de expresión de un vacío existencial, una carencia de valores y un proceso de incomprensión que padece el ser humano y que se manifiesta en una conducta adictiva frente al objeto droga? Una pregunta que a más de preguntar, formula una respuesta fundamentada en la esencia de la visión frankliana sobre la concepción de persona, donde la noción de lo noético es particularmente esencial para este cambio de paradigma. La Logoterapia no apunta a satanizar al objeto droga; sino al contrario, le interesa la persona con su capacidad de trascendencia, lo noético o espiritual. Al respecto, Acevedo hace la siguiente aseveración: Consideramos inapropiada la definición y la diferenciación del fenómeno humano de la drogadicción basadas en la potencia del objeto droga (drogas blandas, drogas duras) o en su status jurídico (drogas legales e ilegales). Esto no quiere decir que todos los objetos de adicción, sean iguales, sino que son el lugar de expresión, y así deben ser vistos, y no el lugar de origen. (Acevedo 1994: 127) Esto supone una antropología y, por tanto, una comprensión diferente de las adicciones y del modo humano de enfermar. Al mismo tiempo, representa una nueva forma de comprender la realidad. |