Resumen de un cursante sobre el módulo 1 del Diplomado en Logoterapia en línea – Juan Carlos Ahumada Sandoval
Por: Juan Carlos Ahumada Sandoval
Estimados, Lo primero que quiero señalar, es que mi acercamiento a esta metodología y/o escuela de pensamiento es muy reciente, sin ser parte del mundo de la psicología, mi vida ha estado ligada a los números y la ciencia, siempre he tenido especial curiosidad por estas artes y ciencias. Dado este interés por conocer corrientes de pensamiento, tanto como técnicas y como filosofías de vida. El acercamiento a estas ideas nuevas, para mí, la vida de Viktor F. me ha sorprendido, no la conocía, no sabía de él, ni de su pensamiento, en general mi escueto conocimiento sobre las escuelas de Viena, estaba ligada a sus otros dos representantes. Por ello que al descubrir, en parte no menor, gracias a este módulo, esta visión me ha hecho pensar y a través de este pensamiento, cuestionar mí forma de declarar mi malestar, mis disgustos y mis penas, todos estos barnices de dolor ante la vida de Viktor. Si bien, la teoría de Viktor, se declara y se ve germinada desde una situación de mucho dolor, muestra un camino de positivismo increíble. Esto, a mi juicio, se refleja en forma muy clara en la frase de Viktor “Si no está en tus manos cambiar una situación que te produce dolor, siempre podrás escoger la actitud con la que afrontamos ese sufrimiento”. Esta frase, revela lo que me ha dejado este primer módulo. El cómo pensamientos positivos y una actitud esperanzadora van determinando un camino, la vida muchas veces nos muestra sendas llenas de dificultadas, que creemos o sentimos que no podemos evitar. Pero la libertad siempre esta. En los versos finales de un poema[1], se señala “Soy el amo de mi destino, soy el capitán de mi alma” pienso que eso es lo que nos quiere dejar Viktor la vida es incontrolable, un día puedes estar bromeando y al otro peleando por tu vida, la felicidad, el destino, la búsqueda del sentido está dada por la forma que uno quiera enfocarse, en buscar, en dejar atras los hábitos dañinos, en no encasillarnos en buscar respuestas, en seguir sintiendo y viviendo en que somos dueños de nuestra vida, en lo más esencial de esta. Sé que debo madurar aún más estos conceptos, todavía no he creado mi cuaderno, siento que sería sano hacerlos. Y me explico, al igual que cuando una toma fotografías, estas esbozan los momentos felices, normalmente nadie guarda recuerdos triste, por lo menos no en la fotografías. Esto debe ser válido también para los pensamientos, por ello me hace mucho sentido en revisar a diario, semanalmente, en forma periódica, mi pasar por este mundo, para cuando la visión se me enturbie y no vea el mundo con la positividad que escribo este texto. Acabo de recordar, que leí por ahí, en una periódico un artículo científico, que explicaba en forma muy general que cuando uno lee, el cerebro funciona al desarrollar la lectura, de igual manera de cuando se vive una situación, por eso, así como cuando nos ponemos tristes y recordamos nuestros dolores pasados, el mantener una bitácora de nuestros aciertos, nuestras “iluminaciones” de nuestros momentos felices, debe ser un gran faro, para cuando nos perdamos. Los conceptos anteriores son los que más destaco de esta primera etapa, si bien, insisto tengo mucho que leer y mucho más que madurar, en términos conceptuales, pienso he dado el puntapié inicial en esta senda. Atte. Juan Carlos Ahumada S. Enero 2017 [1] Invictus de William Ernest Henley. |